OCP criptomoneda: qué es, qué proyectos la usan y por qué no la encuentras en exchanges

El OCP, un token de gobernanza usado en protocolos descentralizados para tomar decisiones colectivas sin intermediarios. También conocido como Open Community Protocol, no es una moneda para especular, sino una herramienta que da voz a los usuarios dentro de una comunidad blockchain. A diferencia de Bitcoin o Ethereum, OCP no se compra para venderlo después. Se usa para votar, proponer cambios o decidir cómo se gasta el tesoro de un proyecto. Si ya has oído hablar de DAOs o tokens de gobernanza como UNI o COMP, OCP entra en esa misma categoría: es el "voto" que te da poder dentro de una organización sin jefes.

Lo que muchos confunden es pensar que OCP debe estar en exchanges grandes como Binance o Coinbase. Pero no lo está, y por una buena razón. Los tokens de gobernanza como OCP no se diseñan para ser comprados por traders. Se distribuyen a quienes participan activamente: quienes stakean, contribuyen al código, proponen mejoras o usan el protocolo todos los días. Si ves un anuncio diciendo "Compra OCP ahora y gana 1000%", es una estafa. Estos tokens no tienen precio en mercados públicos porque su valor no viene de la especulación, sino del uso real dentro de su red. En los posts que encontrarás aquí, verás cómo otros tokens como OPENX o MONO también cayeron en el olvido porque nadie los usaba, solo los compraban por hype. OCP, si existe en algún proyecto, debe estar vinculado a una comunidad activa, no a un gráfico en TradingView.

Si buscas OCP, no lo busques como inversión. Búscalo como participación. ¿Qué proyectos lo usan? No hay muchos públicos, y eso es normal. La mayoría de los protocolos que usan tokens como OCP son pequeños, locales, o aún en desarrollo. No son empresas que lanzan tokenomics con campañas de marketing. Son grupos de desarrolladores y usuarios que deciden juntos cómo avanzar. En esta colección de artículos, encontrarás ejemplos reales de cómo funcionan estos tokens, qué pasa cuando la comunidad se desinteresa, y por qué algunos proyectos desaparecen sin dejar rastro. También verás cómo otros tokens de gobernanza —como ACMD, APAD o KALA— terminaron valiendo casi nada porque nadie los usó. OCP, si es real, debe ser diferente: no por su precio, sino por su comunidad.