tokens de gobernanza, son activos digitales que otorgan derecho a votar en decisiones clave de un proyecto blockchain. También conocidos como tokens de gobierno, no te dan acceso a un producto, sino a la capacidad de decidir cómo evoluciona la red: desde cambios en las tarifas hasta el uso de la caja de tesorería. A diferencia de las criptomonedas que solo sirven para pagar o especular, estos tokens te convierten en parte del gobierno del proyecto. Si tienes suficientes, puedes proponer cambios, votar por nuevas funciones o incluso despedir a un equipo si no rinde.
Estos tokens son la base de las DAO, organizaciones autónomas descentralizadas donde las reglas se ejecutan en código y las decisiones se toman por votación. Por ejemplo, si un proyecto como Aave o Uniswap quiere cambiar su modelo de comisiones, no lo decide un CEO. Lo votan los dueños de sus tokens de gobernanza. Esto elimina la necesidad de empresas centrales y pone el poder en manos de la comunidad. Y no es teoría: ya ha pasado. En 2023, los votantes de Compound rechazaron un plan para repartir millones en subsidios a desarrolladores porque no lo consideraron justo.
Los DeFi, finanzas descentralizadas que operan sin bancos, usando contratos inteligentes en blockchain son los principales usuarios de estos tokens. Cada vez que usas una DEX como Uniswap o prestas en Aave, estás interactuando con sistemas gobernados por tokens. Pero no todos los tokens de gobernanza son iguales. Algunos requieren tener una cantidad mínima para votar; otros permiten delegar tu voto a alguien más. Y hay riesgos: si una sola persona acumula muchos tokens, puede controlar la red. Por eso, muchos proyectos ahora limitan el poder de los grandes tenedores.
Lo que ves en los posts de abajo no son solo artículos sueltos. Son casos reales de cómo funcionan estos sistemas. Desde análisis de tokens que ya perdieron valor por mala gestión, hasta guías de cómo participar en votaciones sin caer en estafas. Algunos proyectos que mencionamos, como los que usan puentes cruzados o DEX especializadas, también tienen tokens de gobernanza. Porque en Web3, si no tienes voz, no tienes poder. Y si no entiendes cómo votar, terminas siendo espectador en tu propio ecosistema.
La gobernanza de una DAO permite a sus miembros tomar decisiones colectivas mediante votación y contratos inteligentes. Sin jefes, sin intermediarios, solo código y comunidad. Así funcionan las organizaciones descentralizadas hoy.
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