Arrestos y represión de criptomonedas en Afganistán bajo el régimen talibán

Arrestos y represión de criptomonedas en Afganistán bajo el régimen talibán

Calculadora de Impacto de las Remesas en Afganistán

Calcule el impacto humano de la prohibición de criptomonedas en Afganistán

Las criptomonedas eran la única forma que tenían las familias afganas para recibir ayuda del exterior después de que los bancos se cerraron y las remesas internacionales se congelaron. Ahora que están prohibidas, calcule cuánto afecta esto a su capacidad para alimentar a sus hijos y acceder a medicinas.

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Nota: Según la información del artículo, las remesas en criptomonedas eran la única vía funcional para recibir ayuda del exterior en Afganistán, ya que el sistema bancario está bloqueado por sanciones internacionales y no hay alternativas legales.
Consecuencias: Sin criptomonedas, las familias afganas no tienen acceso a remesas internacionales, lo que significa que deben depender de fuentes de ingresos locales limitadas. Esto ha provocado un aumento en la desnutrición infantil y la inseguridad alimentaria.

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En 2021, cuando los talibanes tomaron el control de Afganistán, muchas familias encontraron en las criptomonedas su única salida. Los bancos se cerraron, las remesas internacionales se congelaron, y el dinero en efectivo se volvió escaso. Pero Bitcoin y USDT siguieron circulando. Personas comunes, sin acceso a tarjetas ni cuentas bancarias, usaban teléfonos móviles para recibir dinero de familiares en el extranjero. Era la única forma de comprar comida, pagar medicinas o enviar a los niños a la escuela. Según Chainalysis, entre julio de 2020 y junio de 2021, Afganistán registró más de $962 millones en transacciones de criptomonedas, siendo el vigésimo país del mundo en adopción peer-to-peer.

El giro repentino: el ban oficial de la banca central talibán

En junio de 2022, la banca central bajo el régimen talibán emitió una orden que cambió todo: las criptomonedas estaban prohibidas. No hubo debate público, no se consultó a los ciudadanos. Solo una declaración: "No hay instrucción en la ley islámica para aprobarlo". El mensaje era claro: cualquier operación con Bitcoin, Ethereum o stablecoins era ilegal. El gobierno lo justificó como una medida contra el fraude, el juego y la incertidumbre -conceptos islámicos conocidos como gharar. Pero lo que realmente preocupaba a los talibanes no era la teología. Era el control.

Las criptomonedas operaban fuera de su sistema. No podían rastrearlas, imponer impuestos ni exigir permisos. En un país donde el 97% de la población vive por debajo de la línea de pobreza, según el Banco Mundial, el dinero digital era una red de salvamento. Y eso lo volvía peligroso para quienes querían dominar cada rupia que entraba o salía.

La represión en Herat: cierres, arrestos y cárceles

La represión no se hizo esperar. En agosto de 2022, en Herat -la tercera ciudad más grande del país y puerta de entrada al comercio con Irán-, las autoridades cerraron más de 20 negocios de intercambio de criptomonedas. Los propietarios fueron detenidos. Algunos, liberados bajo fianza. Otros, no.

En mayo de 2023, ocho comerciantes fueron encarcelados durante 28 días en la prisión central de Herat. Las acusaciones: operar con USDT. La amenaza: hasta seis meses de cárcel. En septiembre de 2023, la policía de Herat anunció el cierre de 16 intercambios más. El jefe de la unidad contra el crimen, Sayed Shah Sa’adat, dijo públicamente que "las criptomonedas han causado muchos problemas y estafan a la gente".

Pero los arrestados no eran criminales. Eran padres que compraban arroz con USDT. Mujeres que recibían dinero de sus hermanos en Estados Unidos. Jóvenes que trabajaban como intermediarios entre remitentes y receptores, ganando un 1-2% por transacción. "Ya no puedo alimentar a mi familia", dijo uno de ellos a Coinspeaker. "Pero no hay otra forma".

¿Se confiscan las criptomonedas? Nadie lo sabe con certeza

Una de las mayores incertidumbres es qué pasa con las monedas digitales cuando alguien es arrestado. Algunos detenidos dijeron a Crypto.news que sus billeteras no fueron tocadas. Otros reportaron que sus fondos en Bitcoin o USDT fueron confiscados. No hay leyes escritas. No hay procedimientos públicos. Es un sistema de miedo, no de reglas.

Esto crea un vacío peligroso. Las personas no saben si guardar sus criptomonedas en una billetera fría es más seguro, o si simplemente deben dejarlas y correr. La falta de claridad hace que cualquier transacción sea un juego de ruleta rusa.

Ocho comerciantes son arrestados por operar con criptomonedas en una tienda clandestina en Herat.

El impacto humano: hambre, niños y remesas perdidas

Detrás de cada arresto hay una historia de supervivencia. UNICEF reportó en 2023 que más de un millón de niños afganos estaban en riesgo de desnutrición severa. Las remesas en criptomonedas -que antes llegaban de familias en Estados Unidos, Europa o Australia- se habían convertido en el lifeline de esos hogares.

La organización Women’s Entrepreneurship Day (WEDO) había creado un programa para enviar pagos semanales en cripto a 100.000 mujeres afganas para comprar alimentos. El programa se detuvo tras la prohibición. No había alternativa legal. El gobierno no ofreció un sistema de pagos alternativo. Solo prohibiciones.

Una madre de cuatro hijos en Kabul contó a una periodista: "Mi hermano en Canadá me envía USDT. Con eso compro harina, té, medicinas. Si me detienen, ¿qué hago con mis hijos?". No hay respuesta. Solo silencio.

El doble juego: terrorismo y represión generalizada

Los talibanes argumentan que las criptomonedas financian al Estado Islámico Khorasan (ISKP). TRM Labs proyectó en su informe de 2025 que cientos de transacciones de cripto, desde $100 hasta $15.000, han sido vinculadas al grupo terrorista. Algunas incluso financiaron ataques en Moscú y el Reino Unido.

Pero aquí está la paradoja: mientras los talibanes persiguen a comerciantes que operan con $200 en USDT, no han arrestado a nadie por financiar a ISKP. Las operaciones de los grupos armados son complejas, a menudo usan redes oscuras, intermediarios y plataformas de privacidad. Las autoridades no tienen la capacidad técnica para rastrearlas. Así que, en cambio, apuntan a quienes son fáciles de encontrar: ciudadanos comunes con un teléfono y una billetera.

La represión no es selectiva. Es punitiva. Y efectiva, en el sentido de generar miedo. Pero no elimina el uso. Solo lo empuja más hacia la sombra.

Una red de criptomonedas conecta familias a Afganistán, mientras manos de control intentan destruirla.

El futuro: ¿seguirá la prohibición?

La economía afgana no puede sostenerse sin remesas. El sistema bancario está muerto. El dólar es escaso. El gobierno no imprime dinero. No tiene acceso a los sistemas internacionales. Y las criptomonedas, por mucho que las prohíban, siguen siendo la única red funcional que queda.

Las transacciones han disminuido en volumen, pero no han desaparecido. Se han vuelto más pequeñas, más discretas. Gente que usa aplicaciones de mensajería como Telegram para intercambiar claves de billetera. Que paga en efectivo en mercados negros a cambio de cripto. Que envía dinero a través de intermediarios en Pakistán o Irán.

La prohibición no ha eliminado el mercado. Lo ha vuelto más peligroso. Y más frágil. Cada arresto, cada cierre, cada día de cárcel, no protege la ley islámica. Solo destruye vidas.

El régimen talibán cree que controlar el dinero es controlar el pueblo. Pero en Afganistán, el pueblo ya no tiene otra forma de sobrevivir. Y cuando no hay comida, no hay ley que detenga a una madre buscando cómo alimentar a sus hijos.

¿Qué pasa con los que aún operan?

Algunos comerciantes han dejado el país. Otros han dejado de operar. Pero muchos siguen. Con precaución. Usando billeteras frías, sin nombres, sin registros. Cambian USDT por rupias afganas en tiendas de cambio clandestinas. Se reúnen en cafés, no en oficinas. Hablan en voz baja. Nunca usan el mismo lugar dos veces.

El riesgo es alto. Pero el costo de no hacerlo es mayor.

¿Por qué los talibanes prohibieron las criptomonedas si los afganos las necesitan?

Los talibanes prohibieron las criptomonedas porque no pueden controlarlas. A diferencia de los bancos tradicionales, las transacciones en Bitcoin o USDT no pasan por sus sistemas, no generan ingresos para el estado, y no permiten rastrear quién envía o recibe dinero. Aunque los afganos las usan para sobrevivir, el régimen ve cualquier sistema financiero fuera de su control como una amenaza política, no solo económica.

¿Se han confiscado criptomonedas durante los arrestos?

No hay un patrón claro. Algunos detenidos afirman que sus fondos no fueron tocados. Otros reportan que sus billeteras fueron incautadas. No existen leyes escritas ni procedimientos públicos. Esto crea incertidumbre total: nadie sabe si poseer cripto es un delito, o si el simple hecho de tenerlo te convierte en un objetivo.

¿Qué porcentaje de la población afgana usaba criptomonedas antes de la prohibición?

Según Chainalysis, Afganistán fue el vigésimo país más alto en adopción de criptomonedas en 2021, con más de 962 millones de dólares en transacciones en un solo año. Se estima que al menos 2-3 millones de afganos -más del 10% de la población- usaban cripto regularmente, principalmente para recibir remesas y comprar bienes esenciales.

¿Hay alternativas legales a las criptomonedas para recibir remesas en Afganistán?

No. Los sistemas bancarios tradicionales están bloqueados por sanciones internacionales. Las empresas de remesas como Western Union o MoneyGram no operan en el país. El gobierno talibán no ha establecido ningún sistema alternativo. Las criptomonedas eran la única vía funcional. Ahora, no hay ninguna.

¿Qué impacto tiene la prohibición en los niños y las mujeres afganas?

El impacto es devastador. Organizaciones como UNICEF y WEDO reportaron que la interrupción de las remesas en cripto llevó a un aumento inmediato en la desnutrición infantil y la inseguridad alimentaria. Las mujeres, que dependían de pagos semanales en USDT para comprar alimentos, perdieron su fuente de ingresos. Sin cripto, no hay manera de recibir ayuda del extranjero. El hambre no espera leyes.

Acerca del autor

Suzanne Drake

Suzanne Drake

Soy estratega e investigadora en blockchain y criptomonedas; asesoro a startups en tokenomics, seguridad y cumplimiento. Me gusta escribir sobre monedas, exchanges y airdrops y convertir conocimiento técnico en guías prácticas. También doy talleres para ayudar a la gente a moverse por el mundo cripto con criterio.

Comentarios (1)

  1. Yesenia Suriano Yesenia Suriano

    Pero qué locura, en serio? 😅 Yo pensaba que Bitcoin era para libertad, no para que te metan en la cárcel por comprar arroz. Esto es peor que una dictadura de los 80.

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