Talibán y criptomonedas: cómo usan Bitcoin y USDT en Afganistán pese a la prohibición

El talibán, el grupo que gobierna Afganistán desde 2021 y que prohíbe oficialmente las criptomonedas no puede detener lo que ya es vital para la supervivencia de millones. A pesar de decretos contra el uso de Bitcoin y USDT, las personas en Afganistán los usan a diario para recibir remesas, comprar comida y pagar servicios básicos. Los bancos están cerrados, la moneda nacional se desploma y el gobierno no paga salarios. Entonces, ¿qué hacen? Usan criptomonedas. No por elección, sino por necesidad.

El Bitcoin, una red descentralizada que no necesita permiso para funcionar se convirtió en el lifeline de las familias afganas. Los trabajadores en el extranjero envían dinero en BTC o USDT a sus seres queridos, que lo convierten en dinero local a través de mercados negros o intermediarios locales. El USDT, un stablecoin ligado al dólar estadounidense es aún más popular porque no fluctúa. Si necesitas pagar la luz, la harina o la medicina, el USDT mantiene su valor. El talibán, que no controla la red blockchain no puede bloquear transacciones que no pasan por sus servidores. No hay una autoridad central que pueda detener una transferencia entre billeteras digitales. Por eso, aunque lo prohíban, no pueden detenerlo.

Lo que ocurre en Afganistán no es una excepción: es una advertencia. Cuando los sistemas financieros tradicionales fallan, la gente busca alternativas reales. Las criptomonedas no son una moda, son una respuesta. En este contexto, el talibán no está luchando contra la tecnología, sino contra la realidad. Las personas no usan criptomonedas por especulación, sino porque les salva la vida. En las publicaciones que encontrarás aquí, verás cómo otros países, como Marruecos o Vietnam, también enfrentan restricciones, y cómo la gente encuentra formas de operar en la sombra. También encontrarás casos reales de estafas que imitan proyectos legítimos, y cómo identificarlos antes de perder dinero. Esto no es teoría: es lo que pasa cuando la gente pierde acceso a su propio dinero. Y aquí, en Curaduría 3, te mostramos lo que realmente funciona, sin filtros ni propaganda.