Las criptomonedas Marruecos, monedas digitales usadas por ciudadanos en un país con regulación ambigua y acceso limitado a servicios bancarios tradicionales. También conocidas como activos digitales en Marruecos, son una salida práctica para muchas familias que necesitan enviar dinero al extranjero o proteger su ahorro de la inflación. Aunque el gobierno no las ha legalizado, tampoco las ha prohibido explícitamente. Eso ha creado un espacio gris donde la gente actúa sin miedo, pero sin protección oficial.
El Bitcoin, la criptomoneda más conocida, usada en Marruecos como reserva de valor y medio para remesas ha ganado terreno entre emigrantes que trabajan en Europa. En vez de pagar altas comisiones a empresas de transferencia, muchos usan plataformas como Paxful o LocalBitcoins para comprar BTC con dirhams y enviarlo a sus familias. El USDT, un stablecoin vinculado al dólar, es aún más popular porque mantiene su valor y se usa para operaciones diarias. En ciudades como Casablanca o Rabat, pequeños comerciantes aceptan USDT por productos básicos, especialmente cuando los bancos cierran o los pagos internacionales se retrasan.
Los intercambios cripto Marruecos, plataformas donde los usuarios compran, venden o intercambian criptomonedas sin intermediarios bancarios no son regulados, pero sí activos. La mayoría de los marroquíes usan exchanges globales como Binance, Bybit o KuCoin, accediendo con VPN. No hay bolsas locales autorizadas, pero sí comunidades locales en Telegram y WhatsApp donde se comparten métodos seguros de compra y venta. Algunos incluso usan criptomonedas para pagar servicios digitales como hosting, hosting de sitios web o cursos en línea, evitando así los bloqueos de tarjetas internacionales.
La regulación cripto Marruecos, el marco legal que el gobierno ha evitado implementar, aunque ha emitido advertencias contra el uso de criptomonedas sigue siendo confusa. El Banco Central de Marruecos ha dicho que no reconocen las criptomonedas como dinero, pero no ha cerrado cuentas ni arrestado a usuarios. Eso ha llevado a una adopción silenciosa, no rebelde. La gente no busca desafiar al sistema, solo sobrevivir dentro de él.
Lo que ves en las noticias no es lo que pasa en la calle. No hay manifestaciones por Bitcoin, pero sí hay jóvenes que aprenden a usar billeteras descentralizadas en cafés. No hay campañas oficiales, pero sí hay familias que usan USDT para pagar la luz o la comida cuando el dinero se devalúa. Esta no es una revolución. Es una adaptación silenciosa, real y cotidiana.
Lo que encontrarás aquí no son teorías ni predicciones. Son historias reales, análisis de plataformas que funcionan, advertencias sobre estafas que sí existen, y guías prácticas para usar criptomonedas en Marruecos sin caer en trampas. Si estás aquí, es porque quieres entender qué pasa, no qué te dicen que pase.
A pesar de la prohibición oficial desde 2017, los marroquíes usan criptomonedas masivamente para enviar remesas y pagar al extranjero. Con costos bajos y rapidez, el mercado subterráneo crece, mientras el banco central prepara una moneda digital propia.
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